"Los perros son seres maravillosos que estaban aquí antes que nosotros, deberíamos aprender a conocerlos y respetarlos tal y como son. Conocerlos, comprenderlos y ser amables con ellos. El resto lo hacen ellos, es muy fácil" Jaime Vidal "Santi"

martes, 28 de febrero de 2012

DOMINANCIA: desmontando el mito

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Dominancia: desmontando el mito

Continuamente escuchamos a nuestros conocidos o posibles adoptantes comentarnos que tienen un perro “dominante” mostrando así lo poco que conocen realmente a su perro. Y es por eso que queremos hacer especial hincapié en explicar por qué los perros no son dominantes ni sumisos, y que los únicos que queremos dominar a otras especies, somos nosotros, los propios humanos.
Esperamos que con estas lecturas podamos aclarar dudas y sobretodo conseguir que cada vez veamos a nuestros perros como lo que son, nuestros amigos y fieles compañeros.

La falsa idea de la Dominancia y sus problemas derivados, por Silvia Berserán. Educadora y Terapeuta canina.


Hace unos 50 años, en las observaciones realizadas sobre el comportamiento de los lobos, se comprobó que vivían en manadas bajo una fuerte jerarquía, y que la pareja alfa la mantenía a base de agresiones sobre el resto de la manada.
Dado que el perro ha evolucionado a partir del lobo, esto dio lugar a que se empezaran a aplicar estas teorías a las dos especies. La simplificación de la psicología canina al hecho jerárquico, dio como resultado pensar que cualquier problema de comportamiento del perro, se debía a que era dominante, y su solución era reducir su rango dentro de la manada humana.
Esta idea, aún sigue muy arraigada en nuestra sociedad y continuamente se dan pautas y normas para mantenerse delante del perro como el miembro dominante de la manada. De hecho, muchos profesionales lo siguen aplicando erróneamente.

Recientemente etólogos que han estudiado manadas de lobos en libertad, han comprobado, que no existen agresiones entre ellos y qu viven en total armonía. Dependen los unos de los otros para subsistir, no tiene lógica que continuamente se hieran entre ellos. Si que existe un lenguaje gestual muy importante (más acentuado que en los perros) destinado a prevenir los conflictos.
¿Por qué entonces se habían visto comportamientos totalmente distintos anteriormente? Pues simplemente porque hasta ahora no ha existido la tecnología necesaria para estudiar a los lobos en libertad, todas las observaciones se habían realizado sobre manadas artificiales mantenidas en cautividad. Estas manadas vivían en un continuo estrés, lo que daba lugar a un alto grado de agresividad entre sus miembros.

Por otro lado, hay que tener en cuenta que los perros ya se han separado mucho evolutivamente de su ancestro, por lo que no se dan los mismos comportamientos en las dos especies. Por ejemplo, los perros observados en estado salvaje no tienen capacidad de formar manadas, no suelen cazar, ya que se alimentan de desperdicios y su nivel de agresividad es muy inferior al de los lobos.
Como conclusión: nos hemos estado basando para la educación de los perros en un comportamiento totalmente erróneo y malinterpretado de una especie parecida a ellos.
Los perros han sufrido durante décadas abusos indiscriminados, castigos constantes y aplicaciones absurdas de pautas destinadas a reducir su grado jerárquico, que solo han dado lugar a problemas de comportamiento graves.
Un ejemplo:

Imaginemos que se aplicase esta teoría a otras mascotas como a los gatos y nuestro gatito araña los muebles,  para resolverlo nos dicen: “claro es que es un gato dominante” (cualquier problema que tenga un gato resulta que es porque es dominante).

Para resolverlo aplica estas normas:

Come delante del gato antes de darle de comer
No permitas que se suba a los muebles
No dejes que se tumbe en lo alto de las escaleras
No dejes que se tumbe en los lugares de paso
No pases nunca por encima, ni lo rodees
No dejes que pase primero por las puertas
Túmbate en su cama para demostrar que eres el alfa
Túmbalo boca arriba hasta que deje de forcejear.
¡Perfecto! Nosotros acabaremos locos, el gato también, y además seguirá arañando los muebles. Un poco absurdo ¿no? Pues si lo es para un gato, lo mismo para un perro.
Esto es lo más suave que se está haciendo con los perros para solucionar cualquier problema de conducta.

Agresividad
¿Por qué entonces hay perros agresivos?
La agresividad se puede dar por varios motivos, pero ninguno de estos implica dominancia.
Veamos a continuación algunos de ellos:
Agresividad por inseguridad o miedo: La inseguridad o el miedo pueden dar como resultado una huida o una agresión. Los perros se pueden sentir inseguros ante cualquier cosa, persona o animal desconocidos o incluso ante situaciones nuevas. También puede aparecer ante cualquier situación que les resulte amenazante.
Agresividad por posesión de objetos: Algunos perros en posesión de algún objeto valioso para ellos van a intentar defenderlo de cualquier acercamiento. Es muy típico que se produzca con la comida, juguetes, o lugares privilegiados como el sofá. En el fondo se sienten inseguros por la posibilidad de que se les quite lo que quieren.
Agresividad por estrés: Los perros estresados pueden ser agresivos. El estrés produce incrementos de testosterona que hacen que el perro esté más irritable.
Agresividad por Predación: Se produce cuando se despierta el instinto de presa en un perro. Puede darse con ciclistas y corredores, o con niños corriendo y chillando. El perro los puede confundir con una presa y atacarlos.

Agresividad por problemas físicos o psíquicos: Cuando un perro presenta problemas de agresividad de manera repentina, hay que hacerle un chequeo veterinario. El dolor físico o el malestar puede hacer que un perro esté irritable y de mal humor. También los problemas a nivel del sistema nervioso (tumores cerebrales..) pueden hacer que un perro se vuelva agresivo de repente.

Para más información sobre los estudios más recientes sobre lobos:

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